Se cumplen 18 años de la hazaña de Miller
NBAMANIACS. Ayer se cumplieron 18 años de un Pacers-Knicks en el Madison Square Garden histórico.
Fue en 1995, en el primer partido de semifinales de conferencia, inicio de una serie larga y dura, que enfrentaba al segundo y tercer mejores equipos de la Conferencia Este de aquel año.
La ventaja de campo era para los Knicks, y el equipo de Pat Riley esperaba la eliminatoria ante los Pacers entrenados por Larry Brown con el objetivo de hacer algo grande.
Era el segundo año de la primera era post-Jordan, y la liga estaba abierta.
En la Gran Manzana soñaban con repetir gloria de los 70's, en torno a su estrella Pat Ewing, rodeado de un puñado de buenos jugadores: John Starks, Derek Harper o Charles Smith.
Los Pacers llegaban al MSG con ganas de revancha. Un año antes habían sido apeados por los Knicks en el séptimo partido de la serie privándoles de una final NBA que no disputaban desde 1975, y en la liga ABA. Aquel equipo tenía a jugadores como Mark Jack- son, hoy entrenador de Golden State Warriors, Rik Smits, los Davis (Antonio y Dale) y un ya veterano Byron Scott, con 33 años a sus espaldas.
Pero el líder indiscutible del equipo era el histórico Reggie Miller.
El partido, durísimo, llegó a los instantes finales con un 105-99 a favor de los Knicks. No parecía ser el día de Reggie Miller, que pese a llevar 23 puntos, estaba desacertado en el tiro de campo (5/16) y solo su buena mano en los libres (12/13) maquillaban su estadística. Pero el partido no estaba terminado, todavía faltaban 18 segundos y 7 décimas y la posesión era para Indiana. Eternos e históricos casi 19 segundos para los de Pat Riley. Tras saque de banda Reggie Miller consiguió un triple que colocaba a tres puntos a su equipo, y tras un robo de balón rapidísimo reculó hasta buscar la línea de tres y lanzar otro triple que empataba el partido a 105 puntos.
En un continuo de despropósitos knickerbocker, John Starks erró dos tiros libres, y la eterna lucha por el rebote se zanjó con rebote para Miller y falta de Starks, en la, probablemente, peor sucesión de jugadas de su carrera.
El pulso de Reggie no falló y la victoria caería del lado de los Pacers. Miller había anotado 8 puntos en 9 segundos de juego en una de las mayores hazañas que se recuerdan en tan poco espacio de tiempo. Afortunadamente aquellos que no hayáis visto las imágenes, tenéis que conformaros con la historia.
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